El accidente de Dorian

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a  R. G.

   Después del accidente, quedó convertido en una cosa horrible. Los médicos dijeron no es posible otra cirugía, tendrá que vivir con su rostro mutilado y hacerse amigo del reflejo.

También recomendaron hacer ejercicios; su cuerpo, al menos, podrá recuperarse del trauma.

Dedicó su vida al gimnasio. Cambió sus brazos, sus piernas y su tronco en una escultura de mármol. Pero no conformándose, ejercitó también los músculos que hay en el rostro: los cuarenta y tres que se utilizan para fruncir el ceño y los diecisiete que sirven para sonreír.

Al pasar un año desde su salida del hospital, ya era otro. Un hermoso rostro le había nacido donde antes un amasijo de carne lastimada. Ojos anchos y boca carnosa, mejillas bien dibujadas, piel tersa en una cara de ángulos a la moda.

Esto provocó que tuviera un éxito rotundo con las mujeres y entre los demás hombres. Sin embargo nunca, nunca más se miró en un espejo.

Acerca de arielbacosta

Ariel B. Acosta Ulloa (Sancti Spíritus, Cuba, 1979). Ex actor del grupo “Teatro de los Elementos”. Miembro del taller especializado en preceptiva "En el vórtice de la contemporaneidad". Obtuvo el primer premio del Concurso Territorial "Zenón Rodríguez" en el 2005 y ese mismo año el Consejo Nacional de Casas de Cultura le otorgó la Beca de Creación "Sigifredo Álvarez Conesa". Textos suyos aparecen en las revistas El Caimán Barbudo y Calle B, así como en la antología poética “El Libro de los Aforismos” (Editorial Mecenas, Cienfuegos, 2008). Reside en Bélgica desde 2007. Es el autor de "La balada de los suicidas", cuentinovela publicada recientemente por Eriginal Books.

Publicado el junio 8, 2012 en La caja de la pantera y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 6 comentarios.

  1. Un relato breve muy adecuado a las fechas de inicio de Noviembre. Ojalá pudiera convertirse en realidad para quien lo necesitara, aunque no volviera a mirarse en el espejo. Me gusta, Ariel. Saludos.

  2. orazio giurdanella

    muy bueno

  3. quizá el espejo lo llevaba por dentro…

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